Técnicas seguras de frenado

Manejar implica dominar la conducción del automóvil, conocer los reglamentos de tránsito y tener conocimientos generales de mecánica automotriz, al menos para detectar que ocurre algo mal en el vehículo. Desde luego que involucra también el dominio de las técnicas para acelerar, frenar, da vuelta y conocer los diversos dispositivos del coche (luces, limpiaparabrisas, flashes, etcétera).

A lo largo de los años, todos los sistemas y dispositivos de los autos han pasado por diversas mejoras, destacándose los frenos, los cuales son hoy en día mucho más seguros y permiten, como en ninguna otra época, controlar el vehículo incuso en situaciones de emergencia. Esto se debe a la inclusión de los sistemas ABS en todos los autos que actualmente son comercializados en el país.

En el artículo de interés de este mes, abundaremos sobre las técnicas seguras de frenado con sistemas de frenos convencionales y con frenos ABS.

Técnica de frenado con frenos convencionales


Desafortunadamente el equipamiento obligatorio de los vehículos con frenos ABS tiene muy poco tiempo, por ende, son millones los autos que circulan con frenos convencionales.

Este tipo de frenos puede causar que el auto se salga de control, ya que al pisar de manera firme el pedal, es muy probable que las ruedas se bloqueen, causando el derrape del vehículo. Consecuentemente se pierde la dirección del coche, siguiendo éste su propia inercia.

Para evitar esta situación, la presión que se ejerza sobre el pedal del freno deberá ser siempre la misma sin llegar al fondo, de modo que se evite el bloqueo de las ruedas. Si pese a ello, las ruedas se bloquean, hay que levantar un poco la presión ejercida sobre el pedal del freno, lo que contribuiría no sólo a frenar mejor sino a poder conservar la dirección del coche.

Lo que sucede cuando pisamos el pedal del freno adecuadamente es la disminución de velocidad de giro de las ruedas, y éstas, con su adherencia al suelo, irán deteniendo progresivamente el vehículo.

Frenada en conducción normal:


En recta: El ciclo de frenado debe comenzar con una presión aplicada con suavidad en los primeros instantes. Esto permitirá a los pistones y las pastillas acomodarse correctamente en sus alojamientos y contra el disco. Enseguida, cuando el coche haya bajado la velocidad podemos aumentar la presión hasta el máximo que creamos necesario para detener el auto, evitando siempre que las ruedas se bloqueen. Al final de la frenada podemos ir disminuyendo la presión sobre el pedal con suavidad. Si el coche es estándar, lo lógico es acompañar la frenada con una reducción de velocidades (frenar con motor).

En curva: Frenar en una curva puede provocar que el coche se desestabilice, por lo que debemos intentar no hacerlo en esta situación. Si aún así no hay más remedio, lo ideal será poner las ruedas rectas y frenar ya con el coche equilibrado, y una vez reducida la velocidad, volver a girar para tomar la curva. De no hacerlo así, la inercia del auto puede provocar un derrape capaz de sacarnos de la carretera. Para solucionar esta situación es necesario frenar levemente e ir disminuyendo la presión ejercida en el pedal, de modo que el peso del vehículo vuelva a las ruedas traseras y recupere la adherencia en ese eje. Te sugerimos en todo caso que frenes antes de tomar una curva, mientras el auto está recto.


Frenada de emergencia:


En situaciones de emergencia, el comportamiento instintivo nos hace reaccionar pisando el freno con fuerza hasta bloquear las ruedas. Cuando, por ejemplo, vemos de improviso que nos dirigimos directamente contra un obstáculo, es común girar el volante con desesperación para evitarlo, pero las ruedas al estar bloqueadas, no obedecen a la dirección y el coche continuará en línea recta. El único recurso que nos queda en esta situación es conseguir que las ruedas delanteras vuelvan a girar, para lo cual debemos disminuir levemente la presión sobre el pedal. De esta manera, las ruedas tenderán a moverse y recuperarán el giro y, por lo tanto, la capacidad de dirección suficiente para esquivar el obstáculo para detenernos en sitio seguro.


En estas situaciones no debemos soltar todo el pie del freno, porque el coche avanzará otra vez; por eso mismo, no es correcto frenar a golpes de freno, es decir, frenando y soltando varias veces seguidas, ya que así alargaremos considerablemente la frenada. Aunque siempre es mejor esto que quedarnos todo el tiempo con las ruedas bloqueadas.

Hay algo imprescindible durante una frenada de emergencia: tu mirada nunca debe estar orientada al obstáculo hacia el que te diriges, ya que nuestro instinto de conservación no nos dejará aflojar ese poquito de freno que necesitamos; más bien nos llevará a pisar más fuerte el freno. Por lo mismo, la vista debe ir dirigida al lugar al que quieres llevar el vehículo.

Pero todas estas técnicas no sirven de nada si vamos demasiado cerca del coche que nos precede. Recuerda que lo que define a un buen conductor no es lo bien que hace este tipo de frenadas, sino el hecho de que no tiene que hacerlas porque:

  • Deja una distancia de seguridad adecuada.

  • Mira suficientemente lejos y anticipa las reacciones de los demás.

  • Porque aplica las técnicas de manejo a la defensiva.

Frenada con sistema ABS:


El ABS logra que el sistema de frenos del vehículo no bloquee nunca las ruedas y por ende, mantenga la estabilidad y evite el deslizamiento cuando frenamos bruscamente. De esta forma siempre tenemos la posibilidad de dirigir el coche hacia donde queremos. Desafortunadamente eso no permite disminuir la distancia de frenado, por lo mismo, conducir con la suficiente distancia de seguridad es prioritario.

En frenado normal, casi no hay diferencias entre un coche con o sin sistema ABS, pero en frenado de emergencia debemos pisar el freno, y si el auto es estándar, pisar simultáneamente el embrague con todas nuestras fuerzas, hasta que el coche se detenga o bien, termine la emergencia. Lo normal es que al pisar con fuerza el freno notamos "pulsaciones" en el pedal y ruidos y vibraciones que pueden llegar a asustarnos, pero son completamente normales, por lo que no debemos reducir la presión de frenado.

Por la seguridad y efectividad que el sistema ABS provee al conductor, te sugerimos que, si vas a adquirir un auto usado, selecciones alguno que tenga incorporado este tipo de frenos.


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